martes, 20 de febrero de 2018

THE SHAPE OF WATER (LA FORMA DEL AGUA), Guillermo del Toro





              Elisa (Sally Hawkins) es una joven muda que trabaja limpiando unas instalaciones gubernamentales en cuyo interior hay un laboratorio secreto. Allí llega, custodiado por el coronel Richard Strickland (Michael Shannon) y bajo estrictas medidas de seguridad, un contenedor con un extraño hombre-anfibio (Doug Jones) para ser estudiado por el Dr. Robert Hoffstetler (Michael Stuhlbarg). Al instante, Elisa siente una profunda afinidad hacia "La Criatura"





                           Guillermo del Toro es uno de esos directores con tanta personalidad que si no firmase sus trabajos seríamos capaces de reconocerlas sin ningua duda, Hace siempre cine de género, donde se produce siempre un choque entre lo fantástico y lo realista y, más a menudo de lo que se cree, sus historias van trufadas de "cargas de profundidad" donde el director hace una crítica política. LA FORMA DEL AGUA no se sale de la norma. Décima película del mejicano en 25 años, no ha dejado indiferente a nadie. O la odias o la adoras. Quienes la odian, la acusan de ser un refrito: es una versión de "La Mujer y el Monstruo", de "La Bella y la Bestia" (sin el secuestro ni el síndrome de Estocolmo) o incluso de "King Kong". La protagonista parece la versión norteamericana de Amelie Poulain, muda y con querencia al agua como "La Sirenita", recuerdos a "Splash!" o a "Liberad a Willy (¡Sic!) y final muy E.T., unos escenarios que recuerdan a las películas de ciencia ficción de los 50; que la trama de espionaje (es la parte añadida al guión por Vanessa Taylor) es floja, metida con calzador y resuelta de mala manera; que la actuación de Michael Shannon como el verdadero monstruo de esta historia tras una fachada ideal (con lo que se supone una fantástica familia llena de frustraciones y su coche americano) transcurre  a lo largo de la delgada línea que separa el ser totalmente aterrador del dar vergüenza ajena de tan sobreactuado que parece a veces; también que muchos momentos están cantados, se ven desde el principio (¿Acaso hay alguien que no supiera qué eran las extrañas cicatrices del cuello de la protagonista?) Y reconozco que todo esto es verídico, pero para mí no es suficiente tara para considerar esta maravilla de película como defectuosa. Bajo mi modesta opinión es el homenaje al cine de un director cinéfilo. A un cine, el que consumía en su infancia y juventud justo a sus palomitas y que está lleno de películas de serie B y de esa La Mujer Y El Monstruo q no tenía mucho sentido si al final los protas no acababan juntos queriéndose como cualquier otra pareja.







                                 Ya desde el inicio, con esa escena onírica donde vemos a la protagonista dormir flotando en un apartamento totalmente inundado mientras una voz en off, la del dibujante Giles nos pregunta "¿Qué puedo contarles de la Princesa Muda?", el director mejicano nos sumerge en un maravilloso cuento de hadas, de princesas mudas, de gente minusvalorada, por sus deficiencias físicas, su condición sexual, por su raza... y por monstruos que no son tan monstruos y humanos que demuestran que no hay que ir al Amazonas para encontrar verdaderos monstruos...



  


                                     Todo el reparto está magnífico. Sally Hawkins hace el papel de su vida. El propio director esribió el papel para ella. Y sin una palabra es capaz de dar en cada momento ese matiz necesario para expresar todas las emociones, en una actuación muy "¿chaplinesca?". Espero sea ella quien gane el oscar, aunque Frances MacDormand se lo está poniendo muy difícil... Ella no se acaba de sentir completa, sin el habla y aunque hasta ahora se sentía feliz con su rutina de vida, con los musicales antiguos y su trabajo, con la llegada de "La Criatura" comienza a sentir que le falta algo... Entonces, esa persona débil, frágil, encuentra su fuerza y encabeza ese grupo de marginados que se unen para conseguir llevar a cabo el plan de Elisa. Giles (Richard Jenkins), su vecino, El ilustrador gay que ha perdido su trabajo por su condición social, preocupado por su calvicie y por encontrar empleo, que siente que quizás se ha quedado viejo para seguir ilustrando y para el amor y Zelda (Octavia Spencer) la compañera negra y parlanchina, que protege y se entiende perfectamente con su colega de trabajo y que sufre el racismo de la sociedad y el machismo y la vagancia de su marido. Ellos tres nos demuestran que los héroes sí existen, que el cariño entre unos seres marginales puede mover el mundo y que se puede amar incluso con las circustancias más adversas. En medio ese científico encarnado por Michael Stuhbarg que, por encima de todo es científico. Y luego el verdadero monstruo, uno de los mejores actores de la actualidad: Michael Shannon, el verdadero monstruo de la historia. Un hombre que intenta aparentar ser el ejemplo de la "american way of life" con su familia supuestamente ideal y su buen coche americano, pero que sólo es un sádico que disfruta torturando con su porra eléctrica y acosando a las mujeres en el trabajo...





  



           Es esta una película oscura pero con colores vívidos culpa del excelente trabajo fotográfico de Dan Laustsen, con un predominio de los colores verdeazulados y, en las escenas de violencia, de los rojos. La magia se cimenta en la preciosa banda sonora de Alexandre Desplat que después de ganar Globo de Oro y Bafta, no sería una sorpresa ganase el oscar. El tercer apoyo importante es el del diseño de produción, a cargo de Paul Austerberry, Jeff Melvin y Shane Vieau. Los decorados son espectaculares y muy llamativos. Ese laboratorio con un estilo "retrofuturista", esa casa del coronel que bien parece un empalagoso anuncio del gobierno o ese despacho del dibujante que asemeja un gabinete, un pequeño museo son parte importante en esta historia.







                            Ya desde su debut en Cronos el cine de Guillermo del Toro es una de mis preferidos y este año, con su décima película no me ha defraudado. Sitúa la acción a principios de los años 60 en plena Guerra Fría y en el momento álgido de las carreras armamentísticas y espaciales donde EEUU y Rusia luchaban por la supremacia con todas sus fuerzas. El director ve claramente un paralelismo entre esa época y la actual, donde nos ha llevado la pérdida grande de derechos y que no hemos avanzado como deberíamos y sigue habiendo racismo, xenofobia, machismo, homofobia. Compara, ve muy similar y critica fuertemente el "american way of life" de aquella época con el "Make América great again" de la actualidad para hacer esta maravillosa y espectacular fábula "antiTrump"













TÍTULO: La Forma del Agua
TÍTULO ORIGINAL: "The Shape of Water"
AÑO: 2017
NACIONALIDAD: Estados Unidos.
DURACIÓN: 119 minutos
DIRECTOR: Guillermo del Toro
REPARTO: Sally Hawkins (Elisa), Doug Jones ("La Criatura"), Michael Shannon (Strickland), Octavia Spencer (elda), Richard Jenkins (Giles), Michael Stuhlbarg (Dr. Hoffstetler)
GUIÓN: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor
MÚSICA: Alexandre Desplat.
FOTOGRAFÍA: Dan Laustsen.
MONTAJE: Sidney Wolinsky.
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: Nigel Owrcher.
DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Paul Austerberry, Jeff Melvin y Shane Vieau.

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